EXCLUSIÓN SOCIAL, DISCAPACIDAD Y RACISMO

La exclusión social es entendida como un proceso de desintegración social que trae consigo un rompimiento progresivo de las relaciones entre el individuo y la sociedad, motivadas por razones como la discapacidad, el racismo, la pobreza , o enfermedades infectocontagiosas mortales como el VIH/SIDA. Esta exclusión social afecta a las personas no sólo en el nivel y calidad de vida, sino también en el aspecto psicológico, pues ocasiona que  sientan que no pertenecen a la sociedad, que es la sociedad la que no les permite ingresar, implicando un sentimiento de marginación, con una clara disminución de la autoestima de estos individuos, que en muchos casos no tienen la culpa de sufrir enfermedades discapacitantes o haber nacido con otro color de piel u otras características que motivan el desprecio en la sociedad a la cual deberían pertenecer.

“Opotow, distingue dos tipos de exclusión: una forma sutil, donde no hay un ataque directo, pero se establecen condiciones que pueden exponer a la muerte real o política a las personas excluidas, y una forma severa, en la cual se llevan a cabo actitudes de violencia, como la represión política, esclavitud, genocidios, etc."




 LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN LOS DISCAPACITADOS
La discapacidad, es entendida como una limitación. Tiene un gran efecto en la interacción individuo – sociedad, existiendo implicaciones en el aspecto social, de salud y de derechos humanos. Con respecto al aspecto social, esta discriminación o marginalidad del individuo se presenta sobre todo en el empleo, donde los incapacitados son rechazados o se les da empleos con remuneraciones por debajo de lo normal, lo que origina que el discapacitado no tenga opción a tener un ingreso decente; con respecto al aspecto de salud, sólo pueden acceder en la mayoría de los casos a la seguridad social, y sufren muchas veces de maltrato o no son atendidos por especialistas y, por último, en cuanto se refiere al aspecto de derechos humanos, a pesar de lo expresado en la Constitución Política, en diversas leyes y estatutos internacionales, los discapacitados siguen siendo objeto discriminación, violando sus derechos a ser tratados igual que los demás y a tener las mismas oportunidades para conseguir sus logros y bienestar personal.
La exclusión social que sufren los discapacitados no los afecta sólo en la falta de oportunidades, de inserción laboral, de accesibilidad a transporte, a poseer bienes, a su acceso a prestaciones sociales, sino que también se les niega el derecho a su autodeterminación, es decir, la elección de su forma de vida, de tener sus propias ideas, sus propios valores y su propia forma de comportamiento.
A través de la historia, las diferentes sociedades se han encargado de distinguir entre lo normal y lo “anormal”.